martes, 7 de septiembre de 2010

Gusto por leer!

Muchas veces papás y educadores nos preguntamos cómo hacemos para acercar a los chicos a la lectura en estos tiempos, donde los libros casi no tienen competencia frente a la compu, la play y la tele.
Hay una sola receta para que le vayan tomando el gustito: los libros que les ofrecemos deberían proveerles un entusiasmo similar al que obtienen con cualquier otro juego. Si no son divertidos, prontamente los asocian con las tareas del cole y los dejan de lado.
Un grupo de libros, que pueden acercar a nuestros hijos a la biblioteca y que los alientan a seguir explorando en ella, son los libros de humor. Por eso siempre viene bien tener a mano un libro de chistes o de historietas humorísticas para ofrecerle al lector más rebelde.
Hay libros clásicos del género, como Del Topito Birolo y de todo lo que pudo haberle caído en la cabeza (CEAL), en el que Topito Birolo se lanza a investigar por toda la granja quién le hizo popó en la cabeza, y así recorre la manera en que hacen sus necesidades muchos animales, o La canción de las pulgas de Gustavo Roldán (Col. Pajarito Remendado, Ed. Colihue), cuyos personajes, unas bullangueras pulgas, cantan la canción que dice: "Pata peta pita pota puta...".
Y también hay libros nuevos, que si bien no trabajan tan al extremo lo escatológico, hacen de la irreverencia una de sus marcas. Entre ellos, Gusto por disgustar de Marta Nos, editado por editorial Quipu. Este libro tiene ante todo esa particularidad, los chicos lo disfrutan porque tiene la irreverencia de ellos, habla con sus palabras, hace sus travesuras. Ya desde el título, hace gala de esa predilección por el "disgusto" que tienen los niños. Los padres nos "disgustamos" ante las travesuras y en el libro se cantan odas a ese gusto por hacernos disgustar que tienen los chicos. Así, en Mami, mamita se lee: "Mami, mamita, no chilles/ ya te voy a desatar/ tomá el café y prometeme/ que no te vas a enojar."
Otra peculiaridad que tiene este librito de poemas es que está escrito en imprenta mayúscula: o sea, es ideal para primeros lectores vagonetas. Porque los poemas son cortitos, transgresores, y se pueden leer sin mucho esfuerzo.
Sí los chicos entran a la biblioteca.por la puerta del humor, puede que se queden a leer otras cosas.

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