Cuando era chica, en casa teníamos un loro que, como todo loro, se llamaba Pedrito, que decía "la papa" y lo llamaba a mi papá con un "Luiiiiis" alargado y finito, igual al que usaba mi madre, y que bailaba el "Arroz con leche". No sé cómo fue que Pedrito aprendió todas esas gracias, del mismo modo, tampoco sé cómo este señor adiestró a sus cotorritas divertidas. Lo que sí sé es que, para alegría de grandes y chicos, hacen sus proezas en este video.
Contame, ¿a qué le gusta jugar a tu mascota?
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